Los Selk’nam fueron un pueblo originario americano que habitaron en la isla Grande de tierra del fuego, situada en el extremo meridional de Sudamérica. Esta cultura de vida nómade se constituía de bandas cazadoras, recolectoras y pedestres, conformadas por grupos pequeños sumando entre 25 a 30 personas por banda; los cuales pudieron vivir de acuerdo a sus antiguas tradiciones, hasta 1880, cuando recibieron el impacto de la colonización moderna.
Los selk’nam, principalmente cazadores de guanacos (un camélido americano), lo eran también de roedores, zorros y aves. Recogían moluscos y plantas comestibles y pescaban en los ríos, lagos y a lo largo de las costas de su isla. La agricultura nunca se practicó en la Patagonia ni en Tierra del Fuego, esto debido a las duras condiciones
climáticas de la zona: fuertes vientos presentes casi todo el año, corta temporada de crecimiento vegetal y temperaturas que no sobrepasan los 10º Celsius.
Por estas razones las culturas indígenas patagónicas son manifestaciones auténticas de una ininterrumpida tradición cazadora, recolectora y pescadora; es una de las pocas zonas en el mundo donde los pueblos autóctonos han permanecido casi intactos al avance del mundo moderno occidental. 1
Extinción de la Sociedad Selk’nam
En la segunda mitad del siglo XIX, los dos estados que tienen soberanía en la Patagonia: Chile y Argentina, iniciaron la ocupación de estas tierras. En Chile esta campaña se inició bajo el régimen conservador con el gobierno de Manuel Bulnes en 1843 fundado el Fuerte Bulnes al sur de Punta arenas., aunque este territorio en primera instancia fue ocupado como centro de reclusión de fugitivos y delincuentes, no tardó en despertar la ambición de las grandes compañías ganaderas, las cuales contaron con el total apoyo del gobierno de la época; ya que estos necesitaban hacer de la Patagonia, un territorio soberano y sobre todo productible para la economía nacional e internacional. 2
En Argentina En las últimas décadas del siglo XIX, el recién estructurado Estado centralista decidió asumir el desafío de conquistar y consolidar sus «fronteras interiores», dando inicio a la llamada “Conquista del Desierto”. Hacia 1875 el presidente Nicolás Avellaneda, expresaba que; «…suprimir a los indios y ocupar las fronteras no implica en otros términos sino poblar el desierto…»3
La introducción de las estancias ovejeras creó fuertes conflictos entre los originarios y los colonos europeos, argentinos y chilenos, adquiriendo señales de guerra de exterminio o genocidio. Las grandes compañías ovejeras, comenzaron con la cacería, llegaron a pagar por cada selk’nam muerto, lo que era confirmado presentando manos u orejas 4. Las tribus del norte fueron las primeras afectadas, iniciándose una oleada migratoria al extremo sur de la isla para escapar a las masacres.
En las últimas décadas del siglo XIX, una cantidad indeterminada de indígenas fue masacrada por los recién llegados. Entonces y después de este proceso colonizador, muchos otros selk’nam murieron por enfermedades importadas, contra las cuales no tenían inmunidad como el cólera, sífilis, tifus y gonorrea; las cuales eran desconocidas para los indígenas.
Este contacto fue catastrófico para los selk’nam, desde el punto de vista humano y material. El genocidio de su pueblo se desencadenó casi inmediatamente tras la instalación de los primeros colonos, y de las estancias productoras de ovinos. A esto hay que sumar que dentro de la misma sociedad selk’nam, paradójicamente, los enfrentamientos internos se volvieron cada vez mas intensos, ocasionando que cierta cantidad de población selk’nam fuera muerta por su propia gente.
En 1980, cien años después del impacto de la colonización, solo quedaban dos descendientes directos de este pueblo. En el contexto del pensamiento o mentalidad de la época, los pueblos indígenas eran considerados por los blancos u occidentales, como sociedades primitivas, culturalmente atrasadas, que no prestaban ningún aporte al progreso. Por esta razón los estancieros recurrieron a variadas formas de eliminación de la población originaria, que en un lapso de
pocos años repercutieron en un grave descenso de la poblacional; se estima que para comienzos de 1920, de los 3500 a 4000 selk’nam que, se calcula, vivían en la isla antes de la colonización, sobrevivieron apenas 280 5.
La situación Selk’nam Actual.
La matanza indígena se llevó a cabo fácilmente, sin ninguna oposición, mas que de los propios autóctonos, al considerar su presencia no sólo despreciable, sino que también considerada un arcaísmo delictual y prescindible. Así, la situación indígena actual es desgraciadamente similar a la de la mayoría de los pueblos indios de América Latina. Un ejemplo de estas circunstancias son los mapuches sobrevivientes, que se han visto arrinconados en reducciones (reservas territoriales adjudicadas por el Estado), la mayor parte de las cuales están dotadas de malas tierras y ubicado en zonas inhóspitas andinas.
La cría de ovejas sumado a una precaria agricultura son recursos insuficientes que obligan a buen parte de las poblaciones a migrar, temporaria o definitivamente, hacia centros urbanos donde exista demanda de mano de obra no especializada.. El mantenimiento de la armonía y el equilibrio entre el hombre y el medio natural, que destaca como uno de los valores fundamentales de la cultura selk’nam. Pero esa armonía ha sido destruida de una vez y para siempre por la invasión: la desertificación de extensas regiones, la explotación maderera y la expansión de la ganadería, han alterado radicalmente los ecosistemas al cual los cazadores estaban altamente adaptados 6.
Lo que hace sumamente difícil el rescate, preservación y cuidado del Pueblo Selk’nam, ya que, no solo involucra medidas políticoculturales, sino que también, económico y social; es decir, un cambio en todas las esferas de la sociedad occidental, para poder aceptar y valorar justamente lo “no occidental”.
Bibliografía y Web grafía
1 Chapman, Ane (1986): “Los Selk’nam. La Vida de los Onas en Tierra del Fuego”; Emecé editores.
2 Villalobos, Sergio (1983) “Breve Historia de Chile”. Editorial Universitaria.
3 Auza, Néstor (1980). «La ocupación del espacio vacío: de la frontera interior a la frontera exterior. 1876 1910». En: Ferrari y Gallo, E.
4 Escrito por J. Pérez (14 Dic. 2010) “El Genocidio del Puebl Selk’nam: Uno de los
5 Chapman, Ane (1986): “Los Selk’nam. La Vida de los Onas en Tierra del Fuego”; Emecé
editores.
6 Miller, Elmer (1979). “Los tobas argentinos; armonía y disonancia de una sociedad”. Editorial Siglo XXI, México.
Escritor : Nicole Román N.