QUE SE SABE DE LOS SIGNOS?

Me parece muy particular que cada persona tenga su propio sentir y casi nunca encontramos personas con un idéntico e igual sentir. Muchas tienen algo en común pero siempre tienen su particularidad que lo identifica.

Por qué, entonces tratar de que muchos piensen igual a mi o a X o Y persona, pareciera que cada persona fuera un mundo diferente y con algunas semejanzas entre si. Cómo es posible educar desde un punto conductista o constructivo?. Muchos opinan que es mejor el uno u el otro, para mi es importante la esencia del ser humano en cada signo para que según esta particularidad se acomode a su forma de asimilar de acuerdo a su entorno, a su cultura y a su esencia.

Pareciera que quien es activo, hablador, se desenvuelve entre el conocimiento y la sapiensa, tal vez, es mas centrado en el conocimiento quien se demora en contestar, quien es observador, y cabila cada término para contestar, tal vez aquella persona que parece hermética cerrada y distante es más sabia en las decisiones y no discordante en el mundo confuso que pareciera demostrar. Así como hay particularidad en la manera de expresarme también mis sentires, gustos y afecciones se centrar en cosas a veces insignificantes para el común. Quien cree que “La última escala del Tramp Steamer, de Alvaro Mutis, desarrolla signos de afecto, recuerdos con obsesivas imágenes que alimentan de una u otra manera su espíritu. Esta embarcación se convierte en un mundo mágico para el autor en donde se deleita con el recuerdo y hasta los simples colores de la averiada embarcación le trae un tinte de alegría y gozo a su recuerdo que vivio allí?, tendremos que leer detenidamente la obra para saberlo y leer su intención y descubrir los signos que el aplica.

A diferencia de Ernesto Sábato que en su obra siempre deja un tinte de tristeza profunda, un personaje tímido que no aflora porque hay un impedimento emocional, diríamos que con una agudeza en el fracaso. Con esta clase de signos creamos un mundo hermético triste, lúgubre, poco vital para mi espíritu, porque no podría dar a conocer toda belleza de mi ser, compartir mis propias emociones, me quedaría en la frustración, “nunca lo hice” por qué?, sencillamente no me lance con gallardía con temor o sin temor a equivocarme.

Vale la pena buscar el punto de equilibrio en donde se conjugan toda clase de signos, en donde lo humano se conjuga con lo mítico, en donde lo real hace parte de lo irreal, en donde todo tiene su valor, ya sea histórico o literario, en donde impera siempre un gusto por cualquiera disciplina, en donde hay libertad para expresarme tal como soy, como pienso eso si respetando el derecho del otro. Pero buscar este punto de equilibrio es lo esencial: Aquí tendríamos que entender que el ser humano tiene una esencia en lo espiritual y corporal.

Por lo tanto no podemos quedarnos con los enfoques que cada escuela pedagógica nos alimenta, porque el ser humano es una conjugación y cada escuela, trae un verbo para esa conjugación, lo ideal es dejarle libertad al ser humano para que descubra cada uno de los signos innatos y los desarrolle en el transcurso de su vida.

Me gusta lo que habla la pedagogía moderna “ el niño es un ser individual” pero podremos tratar esa individualidad con respeto y libertad? En un mundo conductista imponente, arbitrario y maquinador? En donde la educación pública, la manejamos tanto gobierno, como comunidad educativa de acuerdo a nuestros intereses individuales?. Que bueno seria tener en cuenta esto de los signos para el desarrollo de los pueblos.

Leonor Ariza Herreño