REEDUCAR LA MIRADA HOY

Como lo manifiestan muchos autores, la aceleración de las transformaciones es la norma en el mundo actual, planteando, de ese modo, un permanente desafío a la educación. Dentro de esas transformaciones, dos de las que más han causado, sin dudas, mayores controversias de relación entre la cultura y la educación han sido la irrupción de los medios de comunicación y la aparición de nuevas claves culturales en relación con el mundo de las imágenes.

Es así, que en ese contexto de culturas visuales, la imagen ha causado diferentes efectos, según las circunstancias geográficas e históricas en las que se fueron forjando. Las respuestas brindadas por la educación para satisfacer las demandas sociales ante estos efectos, también han sido diversas y se pueden enmarcar en dos posturas: la escuela por fuera de dicho problema, excluyendo las imágenes y censurándolas o, la escuela abordando el problema desde un punto de vista inclusivo.

De ese modo, la cultura letrada ha tenido diferentes encuentros con las imágenes. Esa relación ha ido desde su iconofobia hasta el considerar necesario el abordaje de las mismas para regular los efectos que producía en los niños y jóvenes. Esta regulación se llevó a cabo a través de diferentes procesos de sistematización de las imágenes en el quehacer educativo, con el objetivo de lograr miradas educadas, a través de un proceso de reflexión crítica a las mismas, que estuvo relacionado con el ideal de sujeto a formar.

Sin embargo, la realidad da cuenta de que esos intentos de educar la mirada no han sido significativos, debido a varios factores, siendo uno de los principales el hecho de que la mayoría de los docentes no saben cómo realizar un abordaje enriquecedor de las imágenes en sus prácticas, aunque muchas veces tengan el deseo de lograrlo. Por eso es necesario que la escuela piense en nuevas formas de relacionarse con la cultura visual, para poder hacer frente a los desafíos que la misma le impone.

Se considera que un buen comienzo sería lograr una reeducación de la mirada basada por un lado, en un nuevo vínculo con el cine , debido a que en sí mismo posee una dimensión formativa y; por otro lado, teniendo en cuenta las posibilidades de prácticas de conocimiento que habilitan los nuevos medios. hoy debería incluir un tratamiento que vaya más allá de la reflexión crítica del espectador, ya que el espectador de hoy es crítico de por sí, sospecha de todo, menos de las emociones que generan los medios, pues como parecen auténticas, les otorgan el carácter de verdaderas. Entonces uno de los aspectos a abordar sería el de las emociones provenientes de los diferentes medios.

María Serra, una argentina experta en estos temas, propone resituar la cuestión del sentido, la responsabilidad y la decisión, interrogándose por la dimensión ética y la responsabilidad de la mirada, de modo que cada cual se haga cargo de lo que ve y lo que muestra. En este sentido, otro autor idóneo en el tema, como lo es Jorge Larrosa, propone abordar el cine que muestra la ética en la mirada, abordando películas que expongan un acontecimiento ético, convocando al pensamiento.

Por otro lado, la escuela debería hacer frente a la falsa idea de transparencia de la imagen, realizando segundas lecturas tanto de las imágenes móviles como en las imágenes en general, para no quedarse con lo obvio en ellas sino profundizando en lo obtuso y yendo aún más allá, interrumpiéndola, rasgándola, ahuecándola, como lo propone María Serra. En cuanto a la práctica de abordar una película para trabajar la educación en valores, la escuela no debería pedirle moral al cine, dado que, como lo planteó Alain Bergala, el mismo tiene que ver con un encuentro decisivo con una obra, con una conmoción individual, por lo que tiene que ver más con la iniciación que con el aprendizaje.

María Serra manifiesta que el documental social produce una toma de conciencia de la realidad, problematizando la misma, reflexión que meritaría considerarlo otro buen recurso para incorporar a la actividad pedagógica. Ante tantas imágenes presentes en el mundo visual actual, la psicoanalista Marcela Antelo propone producir mirada en las personas, obstaculizando un poco lo que se ve, siendo un buen recurso para lograrlo las obras de artistas que crean obstáculos visuales, dando a ver sin saturar el ojo.

En cuanto al uso de la imagen para capturar la atención de los alumnos, se considera que en el mundo de hoy, en el que la atención es cada vez más intermitente y problemática, es fundamental recurrir al carácter seductor de las imágenes. Sin dejar de reconocer que este poder de seducción está relacionado con los nuevos dispositivos electrónicos que han surgido, donde el portátil, tablet, celulares y videojuegos son los preferidos por los niños y jóvenes. Por lo tanto la escuela debería dejar a un lado su posición de resistencia a los mismos y pensar qué se puede crear a partir de ellos. Ángel Quintana sugiere, por ejemplo, crear películas con el celular.

Desde los gobiernos se están proponiendo la incorporación de las Nuevas Tecnologías de la Educación y Comunicación al saber pedagógico, y ejemplo de ello es el portal educativo educ.ar en Argentina y el Plan Ceibal en Uruguay, donde cada estudiante de educación pública cuenta con un portátil, pues los contenidos programáticos son abordados a través de diferentes aplicaciones propias de ese medio.

Los videojuegos constituyen una forma muy importante del relato contemporáneo, permite meterse dentro de un relato, por lo que se los considera un recurso atractivo para contraponer la primacía de la percepción sobre el relato que fomentan las películas contemporáneas. que se debe realizar ante los requerimientos de la cultura visual actual. Sin embargo se considera que pueden surgir tantas prácticas en torno a este problema como creatividad tenga el docente conocedor de estos nuevos regímenes visuales en los que la sociedad educa su mirada.

Escritor: Gisel Artave