REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN Y LA TECNOLOGÍA EN EL CONTEXTO COLOMBIANO.

 Al iniciar escribir este texto, pretendía realizar algunas reflexiones sobre el hecho educativo en contextos modernos donde los procesos son cambiantes. Con el trascurrir del mismo, empecé a comprender algunos aspectos relevantes frente al rol y la relación maestro-estudiante, lo cual me permitió comprender de manera más clara, por qué ser docente es una labor tan difícil y entiendo también que el hecho educativo es responsabilidad de todos los miembros de la sociedad; desde el gobierno hasta la familia, pero que sin embargo, en algún momento de la historia, decidimos delegar esta responsabilidad únicamente a la escuela.

Para poder entender mejor un poco de esta relación y postura frente a la escuela, los invito a leer el concepto y relación que Michel Foucault construyó de ésta y otras instituciones claves en la sociedad en su libro Vigilar y Castigar.

Para ello, les recomiendo este enlace: http://www.ivanillich.org.mx/Foucault-Castigar.pdf Quisiera continuar este artículo analizando el siguiente caso:

¨Un profesor que desea entrar en la era de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, decide todos los días utilizar en su clase los computadores que toma prestado de la biblioteca. Sus estudiantes son felices, sin embargo él observa que lo primero que ellos hacen al ingresar a Internet es abrir Facebook. Él comenta la situación a la institución, por lo que la misma toma la decisión de bloquear en los computadores de la institución páginas como facebook, twitter y youtube¨.

No podría haber una situación más clara que muestre la realidad de la incursión a la era de la tecnología en el contexto educativo colombiano.

Ésta, es la triste realidad de nuestras escuelas y colegios, y al intentar encontrar los responsables de este catastrófico escenario, podríamos entender que todos nosotros como padres, hijos, docentes, gobernantes y ciudadanos tenemos responsabilidad en ello, pero a la vez somos víctimas también. Y es que revisando nuestra historia, nuestra situación política, económica y familiar es fácil deducir el por qué no hemos tenido la mejores oportunidades para hacer las cosas de una manera distinta.

La guerra, la pobreza, el desempleo, los hijos no deseados son causa y efecto de los procesos educativos mediocres que desde la casa y la escuela se han llevado a cabo. No ha habido las posibilidades de inversiones firmes y justas en educación de calidad, el hacinamiento en las aulas es una realidad latente, nuestros padres y madres analfabetas o con pocos grados de escolaridad fueron los encargados de ¨educar¨ estas nuevas generaciones con ¨rejo¨, ¨chancleta¨ y ¨pellizco¨.

De ninguna manera, esto significa que las cosas se hicieron mal, de hecho, hay quienes afirman que a las nuevas generaciones les faltó ¨juete¨ para que pudieran ser menos libertinos y altaneros…

Pero, ¿cómo serían las cosas si las oportunidades de invertir en educación desde décadas atrás hubieran sido más efectivas? ¿Tendríamos más profesionales, menos corrupción y delincuencia?

El punto es, que sin las oportunidades necesarias, sin las familias constituidas y funcionales, sin recursos económicos, sin oportunidades de participación activa, nuestra aula de clase se convertirá en lo que vemos reflejado en ese estudio de caso. ¿Cómo haremos los docentes para generar conciencia crítica en nuestros estudiantes frente al uso adecuado de la tecnología? ¿Cómo reemplazar facebook, Twitter y Youtube por otras páginas con contenido académico? ¿Cuánto tiempo tardará este proceso? ¿Realmente estamos interesados en generar esa ¨ transición tecnológica¨? ¿Cuáles son los intereses reales de nuestros estudiantes frente a la tecnología y la comunicación?

Esta es nuestra realidad y quizá los estudiantes no sean los únicos responsables de ese instinto natural de estar frente al computador y abrir inconscientemente estas páginas sociales. ¿Cuál es la influencia de los medios de comunicación en este fenómeno? ¿Por qué los estudiantes buscan esta aceptación social? ¿Qué vacíos afectivos están supliendo las relaciones virtuales?

Con estas reflexiones, quizá podamos entender cuáles son los motivos por los cuales nuestros niños y jóvenes tienen estos comportamientos frente a la tecnología, ¿acaso las familias y escuelas realmente motivan y generan procesos académicos? ¿Qué porcentaje de estudiantes encuentran en la escuela un espacio de aprendizaje? ¿No es por los amigos y novios que ir a la escuela se hace divertido?

Eso implica entonces, que según como lo plantea el caso, ¿la solución estaría en bloquear en las instituciones educativas estas páginas? ¿Y qué tal si más bien las aprovechamos como excusa para desarrollar procesos investigativos mientras generamos conciencia académica?

Es por ello que puedo concluir que ser docente significa como primera medida entender el contexto y la realidad en la que se enmarca la educación colombiana. Ser docentes significa intentar una y otra vez hasta encontrar resultados por pequeños que se muestren. Ser docente también implica reconocer la realidad política social y económica que constituyen la historia de todos y cada uno de los estudiantes que se topan con nosotros en su proceso formativo.

Comprendo también que la tecnología en este punto del desarrollo de nuestra sociedad es un arma de doble filo, porque así como podría convertirse en un recurso valiosísimo para los procesos de aprendizaje también podría convertirse en la excusa perfecta para continuar en el facilismo académico perpetuando prácticas como el uso inconmesurado de wikipedia, el corte y pegue de la información, las excusas por la falta de responsabilidad relacionadas con las fallas técnicas que presentan las tic, etc.

La tecnología debe estar acompañada por procesos de aprendizaje donde el pensamiento crítico sea la base fundamental del mismo. Esto implica, que el docente ha de ser un ser absolutamente receptivo y crítico de la realidad que le permita entonces, convertir sus espacios de formación en

espacios significativos, contextualizados, cambiantes e innovadores; debe posibilitar los espacios de aprendizaje autónomo y colaborativo, esto resultaría fácil si ser maestro no significara ser también psicólogo amigo, coordinador, recreador y académico .Si esto fuera fácil cualquiera seria maestro.

Escritor: Olga lucia motta

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