Al abordar la problemática del análisis cinematográfico, se podrá constatar que varias son las escuelas teóricas que ofrecen sus herramientas analíticas y sus metodologías de estudio. En tal sentido, una visión estructuralista, pregona la necesidad de indagar los contenidos fílmicos, intentando desentrañar sus condicionamientos ideológicos, los cuales se conectan con una determinada intencionalidad política y económica.
Por su parte, la corriente empirista, desarrollada en la teoría comunicológica clásica, intenta establecer relaciones causales entre, la respuesta social del receptor y los contenidos inmanentes del mensaje enviado por el emisor. Ambas perspectivas resultan de una utilidad incompleta, en tanto la primera descarta la posibilidad de un análisis extratextual y por ende social, y la segunda, recala en un excesivo determinismo empirista, centralizando todo su enfoque en la conducta del receptor y relegando a un plano casi inexistente la alternativa de un abordaje intratextual.
Es en este cuadro de situación, donde irrumpe la Semiótica, como ciencia consagrada al estudio de la producción social de significado, sintetizando los extremismos planteados en anteriores teorías y aportando nuevos y valiosos elementos de análisis, tanto para la investigación académica y científica, como así también para la producción periodística en el rubro de la crítica cinematográfica.
En consecuencia, la noción de semiosis social introducida por Verón , resulta de inestimable utilidad, al momento de ensayar el abordaje de un film e intentar establecer relaciones con otros productos de la industria cinematográfica. El semiólogo argentino, plantea la idea acerca de que toda producción social de sentido, – en el caso del crítico cinematográfico su objeto emisor de sentido será la película que estudia-, es factible de ser analizada en su conjunto, como un texto plagado de símbolos y signos que el analista deberá saber interpretar.
La labor del analista fílmico consistirá entonces, en lograr establecer las coordenadas que vinculan estas marcas con sus verdaderas condiciones de producción y de esta manera, transformarlas en huellas textuales. Dicha transformación, permitirá a la postre, una aproximación analítica, determinada por factores temáticos, enunciativos y retóricos. Aspecto temático El abordaje temático de un discurso cinematográfico, se encuentra definido por los tópicos sociales, políticos y morales a los que refiere la estructura narrativa del texto audiovisual, en otras palabras, lo temático alude directamente hacia aquello de lo que habla el texto, es sobre lo que trata la película.
Es en este orden conceptual donde se impone la distinción entre tema y contenido, la primera idea refiere a los aspectos puntuales y específicos de la narración audiovisual y la segunda entabla contacto con un orden más general y abarcativo que engloba la totalidad de la diégesis cinematográfica. El análisis temático de una obra cinematográfica posibilita identificar posibles niveles de sentido, conscientes o inconscientes, voluntarios o involuntarios por parte del director, o bien ayuda a circunscribir el género o estilo de una determinada obra.
Aspecto enunciativo En el ámbito enunciativo, el analista estudiará, los vínculos direccionales que se establecen entre el film y los espectadores. Este enfoque semiótico, privilegia la instancia analítica que atiende específicamente al lugar desde donde se estructura el relato y por ende al sitio desde el cual el espectador recibe el producto audiovisual, pudiendo identificar en esta instancia dos tipos de relaciones a saber: Asimétricas o de Complementariedad, que entablan una comunicación desigual con el público y colocan su discurso por arriba o por debajo de las competencias culturales del receptor; y aquellas denominadas Simétricas, que se sitúan en un nivel de igualdad con el público cinematográfico.
Aspecto Retórico El análisis retórico concentra su intervención, en todos aquellos ornamentos que configuran los recursos estilísticos a los que acude el texto estudiado. En esta entrada analítica se prestará especial atención entonces, a la utilización de las denominadas figuras retóricas tales como las metáforas, la sinécdoque, la hipérbole, etc., al tiempo que se deberá atender a los caminos de la expresión incluidos en la película, los cuales pueden inscribirse en una retórica del convencimiento racional o en una retórica del conmover empirista, entre otras consideraciones que hacen a la totalidad del quehacer cinematográfico.
Contrato De lo expuesto hasta aquí, se puede inferir que la experiencia cinematográfica se rige por la existencia de un contrato o acuerdo tácito entre las partes que la integran- film y espectador. En tanto que la crítica puede obrar como elemento catalizador o atenuante de la intensidad en el vínculo mencionado. Desde luego, esto implica una postura y unas consecuencias de tipo netamente ideológico y político.
Dicho acuerdo se sustenta en el denominado «efecto de verdad», que la película produce en el público, cuando se cumplimentan las instancias analíticas esbozadas con anterioridad. La historia de la cinematografía universal, se encuentra signada por innumerables intentos de ruptura con los estándares de verosimilitud genérica, impulsados estos, por realizadores embarcados en una búsqueda creativa constante e invadidos por un espíritu de innovación permanente. Sin embargo, no todos estos intentos desembocaron en un final feliz.
La ruptura del contrato con el espectador acarrea el riesgo de lesionar irreversiblemente el tan ansiado «efecto de verdad” y resentir definitivamente la relación de un film con su público. En cambio, aquellas experiencias exitosas en el terreno de la experimentación, culminaron por crear nuevas escuelas y tendencias en la realización cinematográfica, ampliando y actualizando, las cláusulas del contrato audiovisual y expandiendo las fronteras de lo que hasta ese momento era considerado, el «ABC» del quehacer fílmico.
Quizás, en la culminación exitosa de este desafío experimental, radique el mayor mérito artístico y creativo de los directores vanguardistas, quienes desafiaron al «status quo» imperante, para crear nuevas formas de narrar y nuevas instancias perceptivas en la irrepetible experiencia cinematográfica, que constituye el encuentro de una película con su público.
Bibliografía
Metz, Christian. (1972). El cine, ¿lengua o lenguaje? En Ensayos sobre la significación en el cine. Bs. As.: Ed. Tiempo contemporáneo.
Peirce, Charles. (1974). La ciencia de la Semiótica. Bs.As.: Nueva Visión.
Verón, Eliseo. (1987). La Semiosis Social. Bs. As.: Ed. Hachette.
Escritor: Agustín Peano
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