Un nuevo reto para los educadores de Colombia.

¿Cuál es la característica primordial de un maestro? La respuesta a esta pregunta puede variar de acuerdo a diferentes opiniones; para algunas personas es la vocación, para otros la capacidad de servicio, o incluso la idea de trabajar con una no muy buena remuneración salarial, pero sentir la satisfacción de compartir sus conocimientos con los seres humanos que lo requieren.

Yo voy a hablar sobre los procesos de actualización. Para un maestro es menester actualizar los conceptos, procesos y teorías en su especialidad constantemente; sin embargo, más allá de ello, es indispensable interactuar de forma asertiva con el entorno social, afectivo, académico y comunicativo para responder, de esta manera, a los desafíos vigentes. No cabe duda que para muchos es un verdadero reto atreverse a cambiar paradigmas, innovar y procurar “estar en la onda” de lo moderno, de tal forma que sus clases estén encaminadas a satisfacer los intereses y necesidades del mercado laboral, al cual apuntan sus estudiantes.

Hoy en día, dos de los pilares para obtener un buen empleo, con un buen salario y condiciones laborales que garanticen estabilidad, dentro de lo que es posible en nuestro país, son saber Inglés y manejar procesos informáticos o de sistemas. No obstante, no se trata solo de saber cómo se enciende y se apaga un computador, las fórmulas en el programa Excel o digitar rápidamente un texto utilizando las herramientas del programa Word de Windows; quiero hablar de las TIC, de la web 2.0 y de los programas virtuales de aprendizaje, que hasta ahora se consideran un mito para muchos docentes, quienes por temor a ser desplazados por computadoras, no se han atrevido a buscar información y conocer más sobre esta realidad.

Pareciera que términos como “e-learning” “objetos virtuales de aprendizaje” “moodle” entre otros, entorpecieran la verdadera esencia del que hacer pedagógico, que es el acompañamiento a los pupilos; pero en realidad hay que verlos como herramientas que lo facilitan. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) por ejemplo, se convirtieron en el tema principal de varios talleres, seminarios y cursos que se imparten en varios campos de formación, no únicamente académicos sino procedimentales, los cursos virtuales se están convirtiendo en la mejor oportunidad para estudiar sin tener que invertir tiempo ni dinero en desplazamientos, fotocopias, alimentación y demás, como ocurre al tomar clases presenciales. De igual forma, la posibilidad de “interactuar” en la web, no solo obteniendo información de ella sino compartiendo material como videos, textos, imágenes, links y actividades, propende a generar en el estudiante autonomía, estimular su creatividad y hacer parte del mundo inmerso en la globalización, formando así comunidades de aprendizaje, en donde no solo el docente brinda el conocimiento, sino que todos aportan, para construir un aprendizaje colectivo.

Sin embargo, aparte de la falta de manejo de la web, de la pobreza en la búsqueda de información al respecto y el solo hecho de ser migrantes informáticos, hacen que el tema sea evadido por varias personas y que en nuestras aulas esté prohibido el uso de dispositivos móviles, como tablets, smart-phones, iphones y ipads o computadores portátiles (a excepción del utilizado por el docente) y por consiguiente que durante una clase no haya acceso a páginas de redes sociales, youtube o skype. Sin pensar si quiera que estos accesos a la información, a la comunicación y a la socialización puedan ser nuestra mano derecha, como educadores, en los procesos de aprendizaje; atacamos a nuestros estudiantes si rompen la regla y ellos siguen utilizando sus dispositivos sin nuestra guía, de tal forma que desaprovechan todas las oportunidades de ser hábiles integralmente en el mundo de la internet.

Conocer, manejar y utilizar constantemente la web, hace a los maestros más competentes laboralmente, más cercanos a sus estudiantes y les da las mismas posibilidades de seguir aprendiendo del mundo, actualizándose en noticias, páginas educativas, artículos académicos o de cualquier índole, manejando la terminología de sus estudiantes y cautivarlos desde el contexto en el que ellos se desenvuelven, realizando consultas e investigaciones con acceso a datos de cualquier lugar del mundo. Obviamente, como esta es una fuente de fácil acceso, es necesario conocer los peligros que existen y evitar ciertas prácticas que desvirtúan el buen uso de las TIC, por eso se debe crear en los estudiantes la conciencia de ser nativos competentes, para sacar el mayor provecho de la información y del material que allí se encuentra.

Espero haber despertado en usted, señor lector, la curiosidad por conocer un poco más sobre este tema, para que asuma el reto de navegar en una nueva propuesta metodológica, que involucre una didáctica más actual con Objetos Virtuales de Aprendizaje, que le sirvan para obtener la mejor respuesta de sus estudiantes.

Escritor: Liliana Andrea Bedoya S.