Una visita a San Pablo (Brasil)

San Pablo es una ciudad impresionante, el verdadero corazón del Mercosur, pues por sus arterias corre la actividad económica, cultural y artística de la región. Como toda metrópolis importante, ella tiene, en sus venas, una mezcla de sangres diversas, producto de las corrientes inmigratorias y también de las migraciones internas, dado que esta ciudad frenética recibe personas de todas las regiones de Brasil. Toda la diversidad parece convivir en armonía y nutrirse en el intercambio y la diferencia.

Si usted quiere conocer verdaderamente San Pablo en toda su riqueza cultural y humana, lo primero que debe hacer es utilizar el transporte público; pues eso es fundamental para vivenciar las costumbres, la vida cotidiana de sus habitantes, de los trabajadores, que son quienes, en definitiva, hacen a una nación. No dude en mezclarse con los ellos, en acercarse a ellos, perfore su piel de turista y vaya más allá. El “metrô” lo va a ayudar, es una forma barata, rápida e inteligente para conocer la ciudad.

Una cita ineludible que usted tiene es en el Parque Ibirapuera, un predio inmenso, en cuyo corazón está el pabellón proyectado por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer. En este último se realiza la Bienal de San Pablo, que es una de las más importantes del mundo y por lo tanto internacionalmente conocida. La Bienal cumple un papel central en el desenvolvimiento del arte brasilero. Su impacto, sin embargo, transciende, en mucho, el plano estrictamente artístico-cultural. Actúa como un instrumento de educación e inserción social. Fue creada en 1951, inspirada en la Bienal de Venecia, siendo la segunda mega exposición de arte contemporánea del mundo y la primera del hemisferio sur. Usted solamente tendrá que tomar el “metrô”, línea verde, hasta la estación “Brigadeiro”.

Al comienzo hablábamos de la presencia inmigratoria y su aporte cultural, para comprobarlo nada mejor que, visitar el barrio japonés “Libertade” y el italiano “Bexiga”. Tanto japoneses como italianos llegaron a Brasil en el siglo XIX y poblaron con sus costumbres, cultura y sus comidas típicas ambos sectores de la ciudad. En San Pablo se encuentra la mayor colectividad japonesa del mundo, solo encontrará más japoneses en Japón. Además de probar las delicias culinarias que ambos pueblos ofrecen, alimente también su curiosidad y visite el museo de la inmigración italiana, en estación “Brigadeiro” y el correspondiente a la japonesa, en la estación “San Joaquin”.

Los museos son encuentros “obligatorios”, exquisitamente “obligatorios”. En la estación “Da Luz” está la Pinacoteca del Estado de San Pablo, en un edificio neoclásico, que reúne más de tres mil piezas, entre pinturas, bronces y porcelanas. En uno de los patios internos del museo se erige la bellísima obra del artista Nike de Saint Phalle: “La Fuente de las Nanas”. La Pinacoteca se encuentra dentro de un parque muy grande, de exuberante y variada vegetación, como también son exuberantes y variadas las actividades que allí se despliegan. Es un espacio de convivencia de una escuela, un museo de esculturas, la pinacoteca y una zona de prostitución. Esta mistura es una verdadera metáfora de la integración y de la amplitud cultural de San Pablo.

En la estación “Trianon-MASP”, usted va a encontrar el Museo de Arte de San Pablo (MASP). El patrimonio del mismo es muy importante en su calidad artística y su variedad. Hay obras de pintores fundacionales en la historia del arte: Van Gogh, Rembrandt, Renoir o Portinari. También hay obras de artistas contemporáneos, que incluyen los más diversos lenguajes de las artes visuales. Se destaca una instalación de Zezao llamada “Sampa” (nombre que dan sus habitantes a San Pablo), con la cual el espectador puede interactuar. Y, ya que usted está cerca, no deje de visitar, también, “La Fundación Cultural Banco Itaú”, ubicada en la amplia avenida Paulista.

Si sigue caminando un poco más, encontrará “El Centro Cultural del Banco de Brasil”, atractivo edificio que ostenta el privilegio de haber traído por primera vez a Brasil y a América Latina, la obra de una de las artistas contemporáneas más importantes del mundo, la norteamericana Laurie Anderson. La muestra “Eu em tu” fue una retrospectiva de sus cuarenta años de carrera de la artista. Las expresiones del arte contemporáneo ocupan un lugar muy relevante en San Pablo.

Para salir un poco de los museos, sería óptima una caminata por el elegante barrio “Jardín Europa”, con sus calles arboladas, sus mansiones con jardines coloridos y perfumados por los jazmines de noviembre. Los contrastes siempre son enriquecedores, por lo cual, le recomendamos conocer también el “Gran San Pablo”. Tomar el tren, llegar hasta “Itaquera” o incluso ir más lejos, para conocer la ruta cotidiana de los trabajadores, para ver a los niños jugando al futbol en las calles, el bullicio de los mercados, los bodegones ruidosos y también sentir el aire fresco que baja de los morros al atardecer.

San Pablo es inagotable, y usted deberá volver más de una vez para disfrutarlo y también padecerlo, pues no todo es tan bueno. Sus embotellamientos de tránsito, sus transportes públicos, sus huelgas, sus manifestaciones populares, también hacen a la identidad de esta ciudad que sus moradores, cariñosamente, y a veces no tanto, llaman “Sampa”.

Escritor: Silvia Cámera