Las dunas de Longotoma en peligro.

Longotoma es un valle de la comuna de La Ligua en la provincia de Petorca, que se extiende en torno al río Petorca. La principal actividad económica de sus habitantes es la agricultura. A lo largo del valle, existen varios poblados; los que se encuentran más al poniente, desarrollan su actividad agrícola en torno a los frutales mientras, hacia la costa, hacia el poniente, los habitantes se dedican principalmente al cultivo de flores siendo los principales abastecedores del mercado nacional. Sus claveles son de gran calidad y muchos de ellos salen a mercados internacionales.

Sus feraces tierras han alimentado por mucho tiempo a generaciones de campesino. Otrora, cuando era una hacienda se producían las mejores lentejas que alimentaban al país entero. Sus campos siempre verdes eran un remanso de paz para sus visitantes.
Al parecer, sólo los avances científico tecnológicos han permitido descubrir las riquezas que yacen bajo su superficie. Hoy, en los cerros de Pullaly, perteneciente a la comuna de Papudo, vecina de esta localidad, se yerguen las instalaciones de una minera extranjera que extrae las riquezas que hay en su interior: ORO. El que tanto ansiaron y no encontraron los conquistadores españoles, el que los pueblos originarios no codiciaban hoy sólo beneficiará a capitales extranjeros dejándonos sólo contaminación pues el relave se ha instalado en cerros de Longotoma.

En tiempos prehispánicos, hubo asentamientos humanos de la denominada cultura Bato de los que existen innumerables vestigios que, en algún momento, con el continuo movimiento de la duna se han hecho visibles al ser humano. Los conchales presentes son hitos que muestran su paso y presencia en el lugar.
En el sector poniente, llegamos hasta las gélidas aguas del océano Pacífico del que los protege un cordón de dunas sólo separadas por el delta de los ríos Petorca y Ligua que alberga a múltiples especies animales y vegetales. En la temporada, dan albergue y proveen de agua y alimento a diversas aves migratorias. Existen especies vegetales endémicas que sólo se encuentran en escasos lugares de nuestro litoral. En algunos sectores del campo dunar moran especies protegidas dentro de nuestro territorio por encontrarse en peligro de desaparecer.

Hoy, los habitantes de esta parte del valle ven amenazada su fuente laboral pues una empresa minera pretende destruir el campo dunar, el hogar de muchas especies silvestres que, quienes habitan en el entorno, desean proteger. Han visto los efectos de la acción de esta minera en dunas de otro lugar que han horrorizado a quienes hoy las defienden de la explotación minera. Este hermoso lugar se conoce también como dunas de Guallarauco y hoy está amenazado; pero las nuevas generaciones de habitantes del lugar, más ilustrados, profesionales de diferentes áreas, todos ellos comprometidos con el cuidado del ambiente, ecologistas, han iniciado una cruzada por impedir que este proyecto de lleve a cabo.

Una gran dificultad se encuentra en la omnipotencia del código minero de Chile que entrega enormes facilidades al asentamiento de estas empresas. Esto ha motivado aún más a la comunidad para encontrar caminos tendientes a proteger nuestra naturaleza. También están ocupados en buscar caminos que protejan los vestigios ancestrales, que preserven el lugar donde descansan muchos restos humanos de nuestros ancestros.

Quienes habitan este lugar desean preservarlo intacto y proteger la salud de la vida humana y del quehacer primordial de su población: la labranza de la tierra pues todos ellos son pequeños agricultores y floricultores. Para ello, han recurrido a diversas instituciones gubernamentales quienes se encuentran estudiando las alternativas posibles de solución. Incluso han recurrido al Presidente de la República quien comisionó al SEREMI de Agricultura para que viera en terreno las necesidades de la población y las características del lugar y los efectos potenciales de la instalación de una faena minera.
Para defender el patrimonio ancestral y natural, este grupo de vecinos ha reactivado una organización sin fines de lucro llamada Valle Limpio que se ha encargado de organizar y conducir la defensa del lugar atrayendo a profesionales que desinteresadamente han puesto su especialidad al servicio de esta causa y regalan su tiempo para lograr alejar para siempre esta amenaza. Sus acciones están en proceso y la amenaza situada en una localidad vecina.

La esperanza de este grupo de personas es que el Presidente de la República o su sucesora levante las pertenencias mineras del lugar para que se elimine definitivamente esta amenaza. La lucha está recién comenzando. Los escollos de hoy son sólo una muestra de las grandes dificultades que se presentaran a causa del enorme poder que tiene el dinero.

Escritor: Blanca Rojas